Ser o no ser mufa

Creo totalmente en la energía negativa que pueden tener algunas personas, pero hay a quienes esa misma mala vibra se les vuelve en contra y como para no dejar dudas de lo mal que les va a ir, las baña con meo de elefante y por qué no, con la poporeta de alguna paloma aburrida.
Como bien le pasó a una de mis compañeras de trabajo. Resumiendo, ella es una persona bastante especial, de esas que cuando falta te sentís…levité!, percibiendo una armonía diferente por no tener que escuchar las quejas constantes y absurdas sobre todo lo que pasa a su alrededor. Pero mas allá de eso, empezó a programar unas mini vacaciones para irse con una amiga, las cuales también cargó con un alto grado de negatividad.
Hasta que finalmente despega rumbo a una de las lindas playas del Caribe.

Unas-lindas-playas-del-Caribe

Si si, repito de forma pausada y clara, entonces, qué espera uno?, pasarla de re mil chupetes, emborracharse, tomar sol, y sobre todo los solteros como ella, conocer a alguien y estar de fiesta all night long.
Pasaron los diez días y una vez de regreso a la rutina diaria del trabajo, todos, porque somos unos pibes simpatiquísimos, le preguntamos, aun así viendo que no tenía ese deseado color dorado que uno busca en el verano, pero brindándole algo mucho mas preciado, el beneficio de la duda, (pudo haber estado conejeando todas las vacaciones), cómo le había ido, a lo que ella contesta: “Me tocaron cinco días de pura lluvia, sin poder salir del hotel, casi pasa un huracán, el único hombre que se me acercó fue espantado por mi amiga que no paraba de hablar y encima uno de los empleados del lugar nos comenta que hacia muchísimos años no pasaba algo similar”.
No podía creer lo que estaba diciendo, miro a mi amiga buscando complicidad y automáticamente le digo por msn: “esto no es normal, ésta mujer NO ES NORMAL, si eso no es ser piedra, ¿la piedra dónde está?”,
largué la carcajada y juré no ir con ella ni a tomar un café si lo que pretendo es pasarla bien.