sin excusas

Como hacia mucho no pasaba hubo discusión familiar. Momento tenso y sensible ya que con quien la estaba teniendo era mi abuelo (persona a quien adoro con el alma). Él sostenía que como no quería meterme a estudiar arquitectura era una fracasada. Era curioso como intentaba hacerme entender que sí lo era defendiendo a raja tabla su postura. Tratando de evadir el tema, el cual no tenía gollete ya que sus argumentos no eran válidos con mi realidad, justificaba su discurso con estas dos frases: "tenes la carrera por la mitad" (sorprendida con la frase atine a mirar a mi mamá, ella me miró y con un mínimo gesto me hizo entender que no tenia sentido engancharme ya que todos sabemos que me recibí hace 5 años en el tiempo estipulado de carrera), "preferís salir de joda antes que estudiar" (26 años... diseñadora desde los 21, trabajando como tal, feliz...). Esos eran, mas o menos, los puntos que tenía para denominarme de esa manera y de los cuales no pensaba hacerme cargo, ergo no me interesó participar más que con un, "fracasada sería si hago lo que para vos representa felicidad y placer". Pero obviando ese momento incómodo, sobre todo para las personas que presenciaban esa discusión, rescato que es la primera vez que no me hago cargo de una acusación, que no me replanteo si será así, que se donde estoy parada y que no tengo lo que no quiero conseguir y si no lo quiero conseguir por falta de voluntad, es porque evidentemente no me genera tanto interés. Lo tomé como lo que fue, una mala interpretación o mal enganche de una conversación y que llevó a esa persona a desbarrancar.
Viendo como de costumbre y en frío la parte llena del vaso.
Me gustó reconocerme crecida y a gusto con quien soy.